jueves, 11 de junio de 2009

Vivir "como si" fuese mi último día


Puedo vivir una larga vida como si yo fuese:
Un circulo sin cerrar
Una boca sin labios
Un corazón que no late
Una llave rota
Una pluma sin tinta
Un ave sin nido
Una jaula sin puerta
Un pez sin agua
Una guitarra sin cuerdas.

Sin ilusión, sin esperanza, con lágrimas en los ojos, no podré ver que puedo cerrar el círculo, dibujar una boca con mi alma y besar y besar.... y hablar, en lugar de callar, lo que siento.
Parar, prestar atención y escuchar mi corazón cómo late.
Abrir la puerta sin llave, salir de mi jaula abierta y encontrar un nido en cada rama.
Tirar al pez en el mar y gastar mis últimas monedas en unas cuerdas para mi guitarra.
Ahora mis ojos chispean, no por las lágrimas, sino por la ilusión y la pasión de tener un día, aunque sea el último, para disfrutar, escuchar y hablar al mundo.
Es mi último día, mis últimas horas.....
Y así cada día,
Y así cada hora,
Y así cada segundo.

Gracias por lo vivido hasta ahora.

miércoles, 3 de junio de 2009

MARTES, 2 DE JUNIO 19h.


Una cita con el pasado, en el presente.
Unas buenas amigas que se reúnen, dicen, para compartir sus cosas, su día a día.
Hoy es distinto.
El lugar de la cita, un hermoso entorno con pinos, piscinas, una bonita casa, con vistas al mar, con cuidadas plantas y con todos los detalles necesarios. Se respira un ambiente muy tranquilo y agradable.
Nos recibe M.L. una mujer atenta, discreta y sensible.
J.C. nos espera, sentado en el lugar que ha elegido consciente y acertadamente.
No celebramos nada, no hay una excusa para la reunión, y tampoco hay expectativas.
Flota en el aire, el placer del re-encuentro, la alegría de compartir las experiencias pasadas y presentes.
Mirarnos y re-conocernos.
Estar y charlar.
Uno habla y los demás escuchan, temas que se abren y no se cierran;
se pasa el testigo que va dejando a su paso tramas entrelazadas, asuntos sin terminar y otros cerrados.
El tiempo pasa volando y es hora de irse.
La sensación que me queda es de gratitud.
Gracias C. por tu espontaneidad y frescura.
Gracias M. por transmitir tu cariño, con la mirada y con tus gestos de comprensión.
Gracias R. por tu proximidad desde tu sonrisa y tu ternura.
Gracias T. por tu esfuerzo y persistencia en coincidir.
Gracias J.C. por permitirnos entrar en tu espacio, por compartir tu vida, durante unas horas, con nosotros.
Gracias M.L. por cuidarnos tan bien, y sobre todo, por tu serena presencia.
"Todos estamos mucho mejor ahora que en las fotos de hace 15 años.......".
Dentro de unos años me gustaría volver a quedar para mirarnos en las fotos y poder decir que estamos, por lo menos, igual que ahora.
Gracias por vuestra amistad.