jueves, 9 de abril de 2009

ESTOY SOLA



Si la soledad es sentirse triste, sin ilusión, aburrida, sin ambiente, sin amigos-as, o sea "sola" con minúsculas, no es esa soledad de la que quiero hablar.
Me refiero a la soledad con la que nacemos, vivimos y morimos. Es que estoy "SOLA" con mayúsculas.
Toda la vida la he pasado intentando no cruzarme con esa soledad, no tener ningún contacto con ella. He buscado rodearme siempre de gente, mantener vínculos afectivos que pudieran tapar, aunque fuera aparentemente, esa palabra temida.
¿De donde me venían mis temores, miedos, angustias.....? Imagino que la cultura en la que he crecido tiene mucho que ver. Una cultura en la que la soledad no está bien vista, donde no se habla de la muerte, de la finitud de la vida, de los límites de la existencia. Será por la vida eterna o por la madre que la parió. Sin entrar en la existencia o no de la reencarnación, viviendo en el aquí y ahora, en esta vida que en este momento estoy disfrutando, me gusta, es sano para mí, ver que es limitada, que es frágil y que en cualquier momento se puede terminar.
Esto me permite disfrutarla más y mejor. Y también me permite disfrutar más y mejor de la gente "SOLA" como yo.

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